Es una enfermedad neuro-endocrino-inmunológica clasificada por
la Organización Mundial de la Salud con el código G93.3 en el CIE-10.
Implica un importante desarreglo bioquímico, causa una gran fatiga física y mental que no se alivia con descanso y produce, entre otros síntomas:
faringitis o amigdalitis y otras infecciones crónicas, nódulos linfáticos sensibles, mialgias, artralgias, cefaleas, alteración del sueño y malestar que persiste más de veinticuatro horas después de un esfuerzo.
El impacto de esta enfermedad orgánica, multisistémica reduce la actividad de la persona entre el 50% y el 80% de la que realizaba antes de enfermar, y se acompaña de una sensación de gripe que no remite, de trastornos importantes de concentración y memoria, dolor en articulaciones y/o músculos, alteraciones del sueño, dolor de garganta, inflamación de ganglios, inestabilidad ortostática (no poder estar de pié y desmayarse con facilidad), sensación febril e intolerancia a la actividad física (que provoca un malestar muy prolongado, de días, semanas o incluso meses, tras un esfuerzo).
Los problemas de memoria y concentración en el SFC-EM son parecidos a la primera fase de Alzheimer, están causados por una reducción del volumen de sangre en el cerebro. En resumen, una persona de 40 años con el síndrome de fatiga crónica puede sentirse como un inválido de 80 años.
Diagnóstico
Es importante a la hora de establecer el diagnóstico, descartar otras enfermedades.
Hacer un diagnostico del SFC-EM es un trabajo de un especialista en medicina interna.
Pasos para llegar a un diagnóstico:
1. Valoración clínica
2. Tipaje linfocitario
3. Análisis de reactivación vírica
4. Perfil Proteico
Criterios principales para el SFC-EM de los Criterios Canadienses
1. Agotamiento extremo:
El paciente tiene un grado significativo de cansancio físico y mental inexplicable, de nuevo inicio (no un estado de cansancio que ha existido toda su vida), persistente y recurrente, que reduce mucho el nivel de su actividad habitual.
2. Malestar o cansancio después de un esfuerzo:
El paciente, después de un esfuerzo (normalmente al día siguiente del esfuerzo), tiene una fatiga muscular y cognitiva, malestar y cansancio; dolor; tendencia a que empeoren otros síntomas.
3. Alteraciones en el sueño:
El paciente tiene un sueño poco reparador o con alteraciones en el ritmo y en la cantidad de sueño, como el sueño invertido y el sueño diurno caótico.
4. Mialgias:
Hay un grado significativo de mialgias. El dolor puede encontrarse en los músculos y/o en las articulaciones, y es a menudo de naturaleza extendida y migratoria, puede haber dolores de cabeza.
5. Dos o más de los siguientes trastornos neurocognitivos:
Confusión
Desorientación
Falta de concentración y de atención
Problemas en la memoria a corto plazo
Dificultades para procesar información, para la recuperación y clasificación de palabras (no encontrar las palabras y/o nombrar los objetos)
trastornos sensoriales y perceptivos, como:
Inestabilidad
Desorientación espacial
Inhabilidad para focalizar la atención
Debilidad muscular
Ataxias
Puede haber también fotofobia e hipersensibilidad a los ruidos.
6. Un síntoma de las siguientes categorías:
a. Síntomas neurovegetativos:
Intolerancia ortostática, trastornos en el intestino con o sin colon irritable, aumento de la frecuencia urinaria con o sin disfunciones en la vejiga, palpitaciones con o sin arritmias cardíacas,
inestabilidad vasomotora y trastornos respiratorios.
b. Síntomas inmunológicos:
Inflamación de ganglios, dolor y/o ardor de garganta, recurrentes estados gripales, infecciones recurrentes, malestar general, aparición de nuevas alergias o cambios en las alergias
preexistentes, hipersensibilidad a medicamentos y/o a los químicos.
c. Síntomas neuroendocrinos:
Problemas para mantener la temperatura corporal, intolerancia al frío y/o calor, falta o exceso de apetito, hipoglucemia, intolerancia al estrés, empeoramiento de los síntomas del estrés. Estos síntomas tienen que persistir al menos seis meses.
Tratamiento
No existe aún un tratamiento curativo para el SFC-EM.
En estos momentos hay cierta esperanza de que importantes investigaciones que se están llevando a cabo con antivirales y con inmunomoduladores puedan dar fruto en los próximos años para el SFC-EM. También se está abriendo una gran esperanza para las personas con el SFC-EM con los descubrimientos en el campo de la bioquímica, que permiten hacer algunas intervenciones.